
CASTILLO DE SAN SEBASTIÁN. CÁDIZ
Cádiz CA AN
CASTILLO DE SAN SEBASTIÁN. CÁDIZ
Cuando se produjo el golpe de Estado contra la República, el Capitán Antonio Yáñez- Barnuevo lideró la defensa del Gobierno Civil y las autoridades que se refugiarón en las dependencias del mismo.
Cuando se produjo el golpe de Estado contra la República, el Capitán Antonio Yáñez-Barnuevo lideró la defensa del Gobierno Civil y de las autoridades que se refugiaron en las dependencias del mismo.
El Gobernador Civil, Comandante Mariano Zapico, se había hecho fuerte en la sede del Gobierno Civil junto al Presidente de la Diputación, Francisco Cossi, y el grupo de medio centenar de militares leales a la República comandados por Yáñez- Barnuevo, además de centenares de voluntarios dispuestos a defender la sede del Gobierno y la Diputación.
Yáñez- Barnuevo, junto a guardias de asalto milicianos, mantuvo la resistencia desde las 16,00 horas del 18 de julio de 1936 hasta el día siguiente, cuando las tropas sublevadas en Cádiz fueron reforzadas con regulares procedentes de Ceuta.
La sede del Gobierno comenzó a ser bombardeada a las 17,00 horas del 18 de julio y tras una breve tregua, que permitió salir a algunos civiles, se reanudaron los ataques. El gobernador Zapico se negó a rendir la posición, pero la llegada de los regulares hizo imposible continuar la resistencia.
El 19 de julio de 1936 fueron detenidos los defensores del Gobierno Civil, siendo llevados los militares al Castillo de Santa Catalina y los civiles a la prisión provincial y al barco prisión Miraflores.
El 22 de julio de 1936 se incoó expediente para consejo de guerra sumarísimo por el delito de rebelión militar al Gobernador Civil Comandante Mariano Zapico, al Teniente Coronel Leoncio Jaso, al Capitán Antonio Yañez-Barnuevo, al oficial de Telégrafos Luis Parrilla, al Presidente de la Diputación Francisco Cossi, al Capitán de Fragata Tomás de Azcárate y al Secretario particular del Gobernador Antonio Mascalio.
El 2 de agosto fueron condenados a muerte y el día 6 ejecutados los cuatro primeros. La ejecución se llevó a cabo en el Castillo de San Sebastián donde a partir de entonces serían asesinados muchos defensores de la legalidad y del orden constitucional, en muchos casos sin la celebración de previo juicio y sin que sus cuerpos aparecieran nunca, y donde otros muchos sufrirían años de prisión en penosas condiciones.
Fotografía web de la Diputación de Cadiz